Durante los últimos días, ha surgido a través de distintos medios y redes sociales el cuestionamiento sobre qué tan necesario es la oportunidad de de que, quienes votarán rechazo, puedan votar por (en caso de que gane la opción “apruebo”) el órgano encargado de redactar una nueva constitución.
El cuestionamiento es, en pocas palabras, por qué una persona que no quiere realizar un cambio de carta fundamental podría tener la opción de elegir el órgano redactor, cuando demuestra lo contrario. Para quienes se han suscrito a esta opinión, el argumento es que esto podría darle cierta ventaja a la Convención Mixta Constitucional (opción que han llamado a votar quienes comandan la campaña por el “rechazo”).
Lo planteado anteriormente, genera dos problemas en el caso de privar a las personas que votan rechazo de tal opción, lo que ya es inviable y no es opción para la élite política. En primer lugar, su inviabilidad es una realidad debido a que para saber a quiénes entregarle la segunda papeleta (del órgano constituyente), los vocales de mesa tendrían que saber primeramente la opción apruebo o rechazo del elector, lo que atentaría contra el voto secreto y la privacidad del voto de cada ciudadano. En segundo lugar y más importante, es que independiente de la opción que cada ciudadano elija, la democracia es para todos, y por ende todos formamos parte de las decisiones importantes de nuestro país. Privar a una persona que no quiere la redacción de una nueva constitución de poder preferir qué órgano la redactará es un atentado contra la ciudadanía de esa persona.
El no querer cambiar algo no significa que, en caso de cambiarse, se le quite su opción a elegir. Si bien esto podría generar una “desventaja” para la opción de Convención Constituyente, es deber de la ciudadanía y de las instituciones de la sociedad civil promover una u otra opción, siempre dando información certera y verídica. Finalmente, para que un proceso tan importante como el que viviremos como país sea legítimo y cobre fuerza, es necesario que toda la ciudadanía participe lo más activa posible y establezca su preferencia en cada oportunidad que se le presente, sobre todo en tiempos en donde cada vez la ciudadanía demanda por más espacios de participación y en donde su opinión se escuchada y tomada en cuenta.
¡Ten un debate ciudadano respecto a este tema!
Indicaciones: Para poder desarrollar este contenido con un grupo de discusión y reflexión. Es recomendable que una persona asuma el rol de "facilitador/a", este rol tiene como tareas claves proponer las preguntas, motivar a la participación de las personas en la discusión, moderar los tiempos para propiciar un espacio interactivo en el que todas las personas puedan participar. Se recomienda generar un espacio circular con sillas, en donde se invite a mirarnos, lograr acuerdos e identificar desacuerdos.
Se recomienda tomar acta de las ideas centrales de la discusión, con el fin de compartir posteriormente con los participantes. Si esto se lleva a cabo en una comunidad educativa, sería interesante compartir las ideas con otros actores de la comunidad.