Señor Director:
Un informe de la Dipres reveló objeciones al diseño de programas estatales destinados a la protección de jóvenes vulnerables. Las falencias y la reciente ola de balaceras que involucran a jóvenes, manifiestan la gravedad de los desafíos que enfrenta esta generación. Estos eventos subrayan la urgencia de atender las causas que alejan a los jóvenes de una vida plena y segura, y hay tres pilares que observar: oportunidades económicas, salud mental y reinserción social efectiva.
El mercado laboral es un obstáculo para los jóvenes. Con una tasa de desempleo juvenil del 16,8%, el doble de la media nacional, muchos enfrentan precariedad laboral, bajos salarios y falta de acceso a seguridad social. Esto impacta su independencia económica e integración en la sociedad.
La crisis de salud mental también urge. Los problemas de sueño y trastornos alimenticios han incrementado la depresión, ansiedad e ideación suicida.
La delincuencia y la reinserción social es otro desafío. Un 70% de los jóvenes que cometen delitos graves desertaron de la escuela; el 60% lo hizo antes de los 15 años. Esto subraya la necesidad de actuar desde el ámbito educativo y la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA) requiere una reestructuración.
Chile enfrenta una crisis de natalidad, con bajas tasas de nacimientos y un rápido envejecimiento. ¿Ofrece el país las condiciones adecuadas para nacer y crecer? Sin avances en oportunidades, inclusión, seguridad y justicia social, la juventud seguirá siendo objeto de discursos en lugar de acciones concretas.
Oscar Guerra
Director y cofundador de Observa Ciudadanía.
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