El día jueves 11 de julio, como Fundación, asistimos al Seminario “Desafíos Éticos del Trabajo Participativo con Niñeces”. A 100 años de la declaración de los derechos de las niñeces, esta instancia nos situó en las principales discusiones que se están dando en nuestro país sobre la participación de niños, niñas y adolescentes. Resulta interesante destacar, quizás, que el tema de la participación de las infancias tenga tanto que ver con la formación de adultos que sepan y entiendan cómo aplicar herramientas que permitan a niñas y niños expresar esa agencia, tanto por medio de ellos como de los adultos que los rodean y que son importantes para ellos, esto desde una perspectiva relacional, como lo comenta la investigadora Afua Twun-Danso Imoh (Universidad de Bristol).
Aún más cuando es innegable que en contextos adversos, no solo las niñeces ven erosionados sus derechos, sino que también están al cuidado de personas que también han sido excluidas del ejercicio de participación ciudadana plena. Hablamos de un contexto nacional en el que sabemos que las niñeces se ven afectadas por conflictos tanto medioambientales, como de identidad para el caso de los pueblos originarios y socioeconómicos. En definitiva, una sociedad marcada por la desigualdad, expresada también en el acceso desigual de las infancias y sus familias a derechos fundamentales para estos.
Es importante tener en cuenta que el menoscabo de los derechos de los adultos adultera el ejercicio pleno de los derechos de las infancias, lo cual está lejos de ser su propia responsabilidad. En definitiva, los trabajos con niñeces implicarán reconsiderar las herramientas de los adultos que las rodean, quienes tienen la responsabilidad de poner a disposición formas de potenciar la agencia y autodeterminación progresiva de este grupo. La adultez está en deuda con la potencialidad de la infancia.
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