La gestión del riesgo de desastres (GRD) es más que una respuesta ante emergencias; es una estrategia clave para la protección y sostenibilidad de los territorios. En un contexto donde los efectos del cambio climático y los desastres naturales son cada vez más frecuentes e intensos, fortalecer la capacidad de las comunidades para prevenir y enfrentar estos eventos se vuelve una prioridad.

Desde Observa Ciudadanía en Los Ríos, a través del proyecto INNOVA FOSIS Consolidando Comunidades Activas, trabajamos para empoderar a la ciudadanía en la reducción del riesgo de desastres (RRD), fomentando la planificación, la acción preventiva y la coordinación efectiva entre actores públicos y comunitarios. Pero ¿qué significa realmente gestionar el riesgo y cómo podemos hacerlo en nuestros territorios?
Anticiparnos al riesgo: Un primer paso hacia la resiliencia
Para gestionar el riesgo de manera efectiva, el primer paso es comprenderlo. Esto implica identificar las amenazas presentes en un territorio—terremotos, incendios, inundaciones, accidentes industriales—y evaluar qué tan expuestas y vulnerables están las comunidades ante estos eventos.
Una herramienta clave en este proceso es el análisis de escenarios de riesgo, que permite tomar decisiones informadas y diseñar estrategias de mitigación antes de que ocurra un desastre. ¿Cómo se hace esto en la práctica? A través de herramientas como:
Mapas de riesgo y microzonificación para identificar zonas vulnerables y planificar intervenciones preventivas.
Sistemas de Alerta Temprana (SAT) que permitan advertir a la comunidad sobre posibles amenazas.
Planes de emergencia comunitarios diseñados con la participación de la ciudadanía para fortalecer su capacidad de respuesta.
Además, un enfoque clave en la GRD es la equidad. Mujeres, diversidades de género y otros grupos históricamente excluidos enfrentan impactos diferenciados en contextos de emergencia. Incorporar su participación en la planificación y toma de decisiones no solo es un acto de justicia, sino que fortalece la resiliencia del territorio.
La planificación como eje central de la prevención
Una comunidad resiliente no solo reacciona bien ante emergencias, sino que se prepara con anticipación. Aquí es donde los Planes Comunales de Emergencia (PCE) cumplen un rol fundamental.
Estos planes establecen protocolos claros para actuar ante desastres, desde rutas de evacuación hasta estrategias de albergue y respuesta rápida. Pero no basta con tener un plan sobre papel: su efectividad depende de que sea actualizado periódicamente y validado por la comunidad.
Un compromiso colectivo para territorios más seguros
La reducción del riesgo de desastres no es solo tarea del Estado o de los organismos de emergencia. Es un compromiso que involucra a cada persona en su comunidad, desde autoridades hasta vecinas y vecinos.
La experiencia nos demuestra que las comunidades organizadas y con conocimientos en gestión del riesgo tienen una recuperación más rápida y efectiva tras un desastre. Por ello, desde Observa Ciudadanía promovemos la formación y capacitación en estos temas, convencidos de que la prevención salva vidas y construye un futuro más seguro.
Porque un territorio preparado no es aquel que nunca enfrenta desastres, sino aquel que sabe cómo prevenirlos y responder ante ellos de manera eficaz.
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